El grueso de los impuestos
que pagamos los españoles cada año se destina a los presupuestos generales del
Estado: pensiones, desempleo, deuda pública, transferencia a otras
administraciones, Industria y energía, Infraestructura, Seguridad ciudadana,
Defensa, Educación, Transporte, Cultura, etc. Hay una parte de esos impuestos,
llamada asignación tributaria (0,7% de la cuota íntegra) que cada persona
decide dónde dirigirla en función de cuatro casillas: Iglesia católica,
actividades de interés social, ambas casillas o ninguna (en este caso, dicha asignación
recaería de nuevo sobre los Presupuesto Generales del Estado). La casilla de
actividades de interés social corresponde al Ministerio de Sanidad, al
Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación y al Ministerio de Agricultura,
Pesca y Alimentación.
Hago esta pequeña
introducción porque creo que faltan casillas en los borradores de la
Declaración de la Renta. Considero que el ciudadano debería tener más
participación a la hora de decidir dónde van sus impuestos, sobre todo si
afecta directamente a creencias personales, modos y filosofías de vida o
religión. En mi caso, y según mi creencias personales, hago todo lo posible por
no dañar a ningún ser vivo y salvaguardar la vida del planeta; así que
acogiéndome al artículo 16 de la Constitución Española donde se garantiza la
libertad ideológica, religiosa y de culto, creo que estoy en mi derecho de
solicitar públicamente al Estado español que:
No quiero que mis impuestos se destinen a subvencionar:
- Laboratorios farmacéuticos,
cosméticos ni de cualquier tipo donde se experimente con animales. Son casi 40 países en el mundo los
que no experimentan con animales. España es el tercero que más experimenta
de la UE. Existen alternativas a la experimentación animal, pero España no
invierte ni un céntimo en su investigación. Ya es hora de emprender el
camino que nos lleve a ser un país “libre de crueldad” animal.
- Ni Agricultura intensiva, ni Ganaderías intensivas
ni Macrogranjas
- Escuelas de Tauromaquia ni Fiestas Taurinas de ninguna clase
- Cotos de caza. Esto incluye el que no quiero que mis impuestos vayan destinados a subvencionar ninguna sociedad o entidad pública o privada, empresa, club o cualquier grupo asociado que sostenga la práctica de la caza como actividad deportiva en España.
- Clubs de fútbol (increíble que con lo que ganan desfalquen a Hacienda y a la Seguridad Social impunemente)
- Celebraciones o Festejos
donde se incluya el maltrato animal en cualquiera de sus formas: corridas
de toros, sanfermines, celebraciones como el Rocío y otras fiestas y
ferias donde se explota a los animales hasta su extenuación, y donde cada
año mueren muchos de ellos por esta causa.
Estoy en total desacuerdo
por razones éticas con estas actividades humanas de crueldad, esclavismo y explotación
animal y, por lo tanto, no quiero que ni un céntimo de mi dinero vaya destinado
a estas prácticas que incluyen el maltrato y sufrimiento animal. Considero que,
amparándome en el citado art.16 de la Constitución, tengo el derecho de
solicitar que se incluyan más casillas en el borrador de la Declaración de la
Renta para poder optar por otras posibilidades civilizadas y que redunden en un
mayor progreso para todos.
Quiero que mis impuestos vayan destinados a incrementar las
partidas presupuestarias de:
- Cualquier actividad o proyecto
destinado a cumplir con el Acuerdo de París para frenar el cambio
climático y la reducción de gases de efecto invernadero
- Cualquier actividad o proyecto
destinado a conseguir los 17 objetivos marcados en la Agenda 2030 de la
ONU por un mundo más sostenible
- El Ministerio para la Transición
Ecológica y el Reto Demográfico
- Gestión sostenible del agua y
reducción de la huella hídrica de todos los sectores sociales
- Empresas de energías sostenibles y
renovables
- Conservación y protección de los
ecosistemas y la biodiversidad
- Otras opciones de consumo
frente al comercio internacional que alienta la deforestación en los
trópicos
- Movilidad sostenible: coches no contaminantes, carriles bici…
- Creación de más redes ferroviarias. Incentivar el uso
de los trenes en recorridos nacionales frente al de los
aviones. Abaratamiento del coste del trayecto ferroviario
- Proyectos industriales y
empresariales que sigan unos parámetros en su producción de bioética
animal y medioambiental para la consecución de sus logros y beneficios
- Aplicación rigurosa de la ley en
materia de impuestos ambientales
- Agricultura y ganaderías
sostenibles con métodos de producción éticos que tengan en cuenta el
bienestar animal
- Detección y penalización de la
agricultura ilegal
- Protección y cuidado de los mares
y océanos
- Detección y penalización de
las flotas de sobreexplotación pesquera
- Reducción drástica del
consumo de plástico y uso de alternativas sostenibles que protejan
nuestros mares
- Investigación alternativa a
la experimentación con animales para el desarrollo de la ciencia
- Implantación en los
Municipios de Concejalías de Bienestar y Protección Animal como ya tienen
algunas localidades españolas
- Asociaciones y colectivos comprometidos
con salvaguardar a los animales y al planeta (esto incluye las protectoras de
animales de cada municipio).
- Campañas de concienciación
sobre educación medioambiental y el buen trato animal, tanto en zonas
urbanas como rurales
- Educación y Cultura,
Educación y Cultura, Educación y Cultura
No quiero seguir
sosteniendo con mi dinero prácticas que me parecen deplorables y que perturban
mi conciencia. Considero que debería tratarse como un derecho reconocido por la Constitución
el que cada persona pueda elegir dónde dirige sus impuestos cuando entra en
juego su propia moral en lo referente al sufrimiento de seres
sensibles y a la destrucción del planeta que habita.
En conclusión. Al Estado
español, solicito:
Libertad para decidir no
destinar mis impuestos a ninguna práctica que entrañe sufrimiento
animal, daño al planeta y/o deterioro medioambiental. Son solo tres casillas
más a incluir en el borrador y garantizan un derecho y una libertad constitucional.