martes, 22 de febrero de 2022

Queremos ser su voz 4. La ley es de protección animal. A ver si, por una vez, les dejamos ser los protagonistas

 

Los perros de caza son los que más sufren en España de maltrato, abandono y sacrificio animal. Y los perros de ganado, y los guardianes de fincas o cortijos también sufren lo suyo cuando los humanos que los tienen a su cargo evaden su responsabilidad de cuidarlos como corresponde, o incurren en malas praxis.


Personalmente me niego a llamar deporte a una actividad cuyo objetivo es matar (para mí, todos los animales son seres sintientes), y si por mí fuera, la caza estaría prohibida en España. Pero ya que mi deseo se traduce en una realidad muy lejana a día de hoy, al menos, mientras exista la caza debería existir la vigilancia y aplicación taxativa de la ley en materia de protección y bienestar animal.  El sector cinegético es el sector más preocupantes en cuanto al maltrato animal se refiere, y concretamente, al maltrato de perros. Seguro que hay cazadores  responsables con sus canes que cuidan y respetan a sus perros, les procuran el bienestar necesario, los alimentan, los tienen a buen resguardo y cobijo, los esterilizan, los mantienen sanos y llevan sus cartillas sanitarias al día. Seguro que los hay, aunque no abunden este tipo de videos en redes. 

Porque por desgracia, lo que más abunda y circula por redes sociales, o presencialmente si se vive en zona rural, es que los perros de caza en nuestro país viven hacinados en zonas cercadas dentro de fincas o cortijos bajo las inclemencias del tiempo, por lo general sin supervisión, están desatendidos, desnutridos y deshidratados, son maltratados hasta la extenuación, se les transporta sin seguir la normativa de bienestar animal, y se les abandona y/o sacrifica cuando acaba la temporada de caza. No hay más que cruzarse con uno que haya tenido la suerte de separarse de la rehala o haya sido abandonado, no hay forma de pillarlo por el miedo tan atroz que presenta al humano.

En cuanto a los perros de pastoreo, suelen correr mejor suerte, pero no mucha. Por supuesto que se ven casos de pastores con sus perros sanos que brindan su servicio y son compañeros del humano, pero también se dan muchos otros de desamparo, maltrato y explotación animal, sumándole a ello el problema de la procreación sin control y la falta de seguimiento veterinario.

En el área rural, hay muchos perros enfermos o lesionados que no son tratados clínicamente, y lo normal es que no hayan pisado un veterinario en su vida. Por poner un ejemplo, Andalucía es una de las comunidades con una mayor prevalencia de Leishmaniosis del país; una enfermedad mortal para los perros si no son tratados debidamente y que se transmite por la picadura de un parásito, con lo que los perros que viven en la intemperie tienen mayor riesgo de contraerla. No es extraño ver entre los perros de caza, guardianes de fincas o de ganaderos, perros enfermos de Leishmaniosis, a veces hasta grados insostenibles.

No digo que en las zonas urbanas no se den estas situaciones. La diferencia es que en las ciudades el abandono animal pasa más desapercibido, y el maltrato, cuando se intercepta, suele denunciarse; cosa que en el campo es más difícil porque es un círculo más hermético y cerrado, con lo que se sostienen y protegen entre ellos. En la ciudad, hay que acercarse a la perrera, a una protectora o entrar en contacto con una Asociación para darse cuenta de la gravedad del asunto en cuanto a abandono animal. Es lo que tiene vivir en la ciudad, es todo aparentemente más correcto e higiénico, pero si escarbas, encuentras las mismas situaciones que en el campo, solo que saltan menos a la vista y no parecen tan evidentes.


Pero volviendo a lo rural, que es de donde surgen los sectores que tratan de que la Ley de Protección Animal no salga adelante como debiera.

En cuanto al sacrificio animal, uno de los objetivos a atajar con la nueva Ley, y que está directamente relacionado con la procreación sin control y el abandono, es una realidad que se da tanto en perros de caza como en los de otros sectores rurales. Tal vez, no sea tan evidente entre los perros de pastoreo o guardianes de tierras como en el sector de la caza, donde algunos cazadores los sacrifican cuando no sirven para el propósito que les marcan o cuando acaba la temporada. Porque, por desgracia, en las zonas rurales se sigue aplicando aquello de sacrificar a la camada entera nada más nacer. Todavía existe una parte importante de la población rural, ya sean trabajadores de ganado o de tierras, que no están suficientemente concienciados con el sentir animal, ni tampoco están dispuestos a invertir un céntimo en la esterilización de sus animales. Así que los echan al río o los ahogan en cubos de agua cuando nacen; aunque cueste creerlo, eso se sigue haciendo en España.

Y teniendo en cuenta este panorama, los cazadores y galgueros piden (entre otras cosas) que se les exima de la obligatoriedad de censar y esterilizar a sus animales para poder seguir criando y vendiendo perros de caza sin control ni licencias (no hay más que entrar en Milanuncios y poner perros de caza o podenco, para ver el aluvión de anuncios de venta de perros que te sale).

Es decir, son precisamente ellos, cazadores y ganaderos (siempre sin generalizar, los hay muy responsables seguro), los que conforman uno de los sectores poblacionales que más necesitan concienciarse sobre el buen trato animal y modificar sus pautas de comportamiento y relación con los animales, los que piden que esta nueva ley de protección animal no les afecte en la misma medida que al resto. Que se haga una excepción con ellos, que sus perros no sean tratados como “mascotas” o animales de compañía y que se rijan por una normativa especial más acorde a sus intereses económicos y personales (esto no lo dicen ellos, lo digo  yo. Ellos dicen más acorde a su actividad).

Disculpad la redundancia, pero es que no salgo de mi asombro. Que sean justamente ellos los que demandan que se haga una excepción en el sector que más se ceba con el maltrato, el abandono y el sacrificio animal. ¿No es de locos, locos? ¿Es que no entienden que es una Ley de Protección Animal? Se trata de proteger animales, a-ni-ma-les. No estamos hablando ahora de ese tipo de animales conocidos como personas. Estamos hablando de animales no humanos. ¿Es porque ellos tratan directamente con animales y hacen de esto su negocio o modo de vida por lo que hay que tratarlos de forma diferente?  Tajantemente, no. Otra cosa sería que el gobierno considerase una serie de  medidas o incentivos como campañas gratuitas de esterilización para ayudar a los sectores más empobrecidos (que serían algunos agricultores y ganaderos) a conseguir los objetivos marcados por ley. Pero un trato preferencial sería recaer en una gran injusticia para con los animales pertenecientes a estos sectores, y antidemocrático con el resto de ciudadanos. 

Además, ¿por qué habría que hacer una diferenciación entre animales de caza o pastoreo, y los de ciudad, llamados de compañía? Los animales son animales. Y los perros, recién considerados por nuestra legislación como seres sintientes, son todos igual de sintientes. No es que sean unos más sintientes que otros; así que, como tales, deben ser protegidos. No importa la actividad a la que se dediquen. De hecho, son precisamente los perros que trabajan en estos sectores, sobre todo en el de la caza, los más castigados, los que están expuestos a situaciones de mayor riesgo y vulnerabilidad, y por lo tanto, si hubiera que hacer alguna diferenciación, sería la de protegerlos aún más.

Aquí lo importante es una ley unificada que proteja a los animales. En el caso concreto de esta polémica, a los perros. Aunque, precisamente, otro de los logros de la nueva ley es que ha incluido en nuestro ordenamiento jurídico (siguiendo a legisladores alemanes y británicos)  el término "animales vertebrados"  para referirse a los animales que ampara. De este modo, no solo se incluyen los animales de compañía o domésticos, sino también a los animales silvestres o los que viven en cautividad. Con ello, también se pretende evitar el maltrato gratuito por "entretenimiento y diversión" que sufren determinados animales que viven en libertad, como es el caso de los jabalíes, a manos del hombre. Esto marca una gran diferencia, cualquier "animal vertebrado" estará, al menos en principio, protegido frente al maltrato por ley. 



Por suerte, en principio, el texto presentado por el Ministerio de Derechos Sociales se ha mantenido firme y no ha cedido a las demandas del sector representado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Ahora solo queda esperar que se apruebe el texto íntegro y pase el trámite parlamentario sin ser modificado hasta entrar en vigor como la nueva Ley de Bienestar y Protección Animal.

Y no se trata de declarar una guerra abierta de a ver quién gana o quién puede más. Se trata de hacer un camino juntos, un camino que se presenta largo porque cambiar la visión sobre el trato a los animales y la forma de convivencia con ellos  lleva su tiempo; pero no podemos permitirnos la licencia de retroceder cuando ni siquiera acabamos de empezar.

Es humanamente, civilizadamente, señal de progreso humano y social, conseguir que esta ley salga adelante sin hacer diferencias. La primera ley estatal, común a todo el territorio español, sobre la protección de los derechos de los animales. Creo que han sido suficientemente pacientes (los animales no humanos, claro), que ya es hora para ellos y que se lo han ganado sobradamente. Concedámosles, por una vez, el protagonismo que se merecen.



Ilustraciones: www.elgalgoazul.com

sábado, 19 de febrero de 2022

Queremos ser su voz 3: ¡Felicidades, ya era hora!

    Nunca es tarde si la dicha es buena, dice le refrán, pero para los que llevamos años esperando una noticia como esta es inevitable sentir esa mezcolanza de alegría y celebración junto con la descarga de tanta frustración sostenida durante años para exclamar un ¡Ya era hora, joder!

Desde el pasado mes de enero, los animales de compañía se consideran por ley seres sintientes. Una noticia que llega tarde a nuestra querida España, esta España nuestra, aunque lo importante es que ha llegado. Nosotros acabamos de alcanzar esa cota de consideración con los animales de compañía que hay que aplaudir, mientras que, el gobierno británico ha reconocido recientemente a pulpos, cangrejos y langostas como seres sintientes por considerarlos, bajo estudios acreditados, que tienen la capacidad de sentir dolor y angustia. Pero en fin, cada uno en su nivel de evolución en lo que a esta cuestión se refiere, y hay que celebrar lo recién conseguido en nuestro país. 

                                                                                  Natasha Rosenberg                                                                                                   

Como hay que celebrar a bombo y platillo que el gobierno haya aprobado una ley centralizada y estatal (¡la primera en España!) en materia de protección y bienestar animal. Los objetivos: sacrificio 0, fin de la venta de animales y penas de prisión por maltrato animal. No está mal para empezar.

Habrá que seguir de cerca cómo se aplica esta ley y los resultados que se obtienen; porque para alcanzar el sacrificio 0, aparte de regular los casos de eutanasia animal como ya hace la ley, hay que alcanzar el abandono 0, pues ya se sabe que en las perreras municipales los animales se sacrifican por falta de espacio (al menos, hasta ahora), y las protectoras y asociaciones no dan abasto y no pueden recoger más animales de los que pueden abarcar en sus centros o gestionar con familias de acogida.

¿Y cómo se va a conseguir el abandono 0? En el anteproyecto de ley se hablaba de la obligatoriedad de esterilizar al animal si este podía acceder libremente al exterior (el caso de muchos gatos y perros, estos últimos sobre todo en zonas rurales). También se hablaba del DNI animal, la obligatoriedad de identificación con chip o chapa y la cartilla sanitaria puesta al día. Si no se consideran estos aspectos, junto con un aluvión de campañas educativas y de concienciación, es muy difícil acabar con el abandono y el sacrificio 0 porque no se podrá pedir responsabilidades a nadie. El censo de animales es fundamental para la protección de los mismos, así que suponemos que todo esto se contemplará de alguna forma en la ley que se acaba de aprobar si pretende llegar a buen puerto.

Lo que sí deja claro esta ley es que los días de cría de animales de compañía para su venta en tiendas o a través de particulares han llegado a su fin (a excepción de los peces, que se seguirán comercializando en las tiendas de animales). A partir de ahora, la tenencia de animales se hará a través de transmisiones onerosas y gratuitas desde centros de protección animal, o a través de particulares y siempre de forma gratuita y reflejada en un contrato. Esto es una excelente noticia para frenar (hasta erradicar por completo, esperemos) la explotación indiscriminada de hembras para la procreación con fines lucrativos. Solo podrán criar los criaderos o profesionales autorizados, aunque en esto, también habría que llevar una supervisión exhaustiva e inspecciones de los centros y profesionales a tal fin, para que no sea un cambiar de manos el problema. De pequeñas empresas y particulares a criaderos especializados que no cumplan las normativas de protección y bienestar animal y solo se muevan con ánimo de lucro.  Confiemos en que se lleven a cabo convenientemente las inspecciones de estos centros y profesionales.

    También se recoge, por primera vez en nuestro país, el maltrato animal en el código penal. Maltratar a un animal te puede llevar a la cárcel. Y aunque las penas siguen siendo laxas, sobre todo en cuanto a la cuantía de las multas y el tiempo de inhabilitación para tenencia de animales por maltrato (máximo de diez años, cuando, para según qué casos, habría que considerar la inhabilitación de por vida), hay que celebrar el hecho de que sea una ley centralizada y amparada por el código penal. 

Ahora solo queda ver cómo se va a llevar a cabo este plan y cómo se van a conseguir los objetivos propuestos. Recordemos que España es el país de Europa con la tasa más alta de perros abandonados, que se estima entre 150.000 y 300.000 anuales. Son muchos, señores y señoras. Muchos perros vagando por calles y caminos pasando hambre, frío, sed, miedo y soledad, cuando no padeciendo enfermedades o lesiones por accidentes o maltrato. No estaría de más que nos fijásemos en los países, como Holanda, que ya han conseguido el objetivo que nosotros nos acabamos de proponer. Por tener, en Holanda, hasta tienen su propio cuerpo de policía especializado en la protección y bienestar animal desde el 2011, los “Animal Cops”. Y no se trata de caer en odiosas comparaciones sino de tomar como referente a un país donde no existen perros callejeros y ver qué pasos siguieron hasta conseguirlo. De eso se trata. Una cruzada, que le ha llevado lo suyo en inversión de tiempo, dinero y esfuerzo, pero que ha dado su fruto. El sistema judicial holandés aplica la ley de protección animal con tal efectividad que uno se piensa dos veces el adoptar a un perro, porque si se vulnera la ley se considera una ofensa criminal, y como tal es juzgada. Y no hay que llegar al extremo del maltrato. El abandono está muy mal visto en Holanda y la esterilización animal es una cuestión que ya ha calado hondo en la conciencia social. No obstante, el gobierno hizo durante años campañas masivas de esterilización gratuitas. Y si lo que quieres es comprar un perro de raza, tienes que pagar impuestos, con el fin de promover la adopción frente a la compra y la cría de animales. Además, los perros son considerados como un miembro más de la familia y se les trata como tal. Las campañas de educación y concienciación son una tónica general en todos los Países Bajos. ¿Y cómo adoptan si no tiene perros abandonados? A través de SOS Strays, una asociación que recoge perros abandonados por Europa para ofrecerlo a las familias de los Países  Bajos.

                                              Pascal Campion

Bueno, nosotros acabamos de emprender nuestra propia cruzada de llegar al objetivo de sacrificio, abandono, maltrato y venta de animales 0, con todo lo que ello implica. Y visto lo visto en otras partes, se trata de acciones conjuntas y paralelas, donde es de vital importancia que se aplique la ley sin miramientos de ningún tipo por parte del gobierno y todas las administraciones, de las autonómicas a las locales . Y por la parte del todo, del conjunto de los ciudadanos conseguir implementar una nueva conciencia, alcanzar lo que en sociología se conoce como la masa crítica donde se tiene que dar "una cantidad mínima de personas necesarias para que un fenómeno concreto tenga lugar"*. Ha sido gracias a esa masa crítica que se ha redactado la propuesta y la aprobación de esta nueva ley estatal de protección animal. Es el sentir social generalizado lo que ha llevado al gobierno a dar una respuesta esperada por tantos. Y a partir de ahora, corresponde al gobierno aplicar taxativamente la ley, no dejarla solo por escrito, sino llevarla a cabo a través de las acciones necesarias para su cumplimiento; y a la masa crítica le toca seguir expandiéndose hasta lograr una conciencia global en el sentir ciudadano en lo que a la protección, el cuidado y el respeto a los animales se refiere.











 *Fuente Wikipedia

 

 

jueves, 3 de febrero de 2022

Queremos ser su voz 2. Educación canina en positivo

 

Si le gritas a tu perro, conseguirás lo mismo que si te gritan a ti: atemorizarle, estresarlo.

Si le pegas a tu perro, conseguirás lo mismo que si te pegan a ti: miedo, desconfianza, tristeza, enfado.

Si castigas a tu perro y lo dejas atado durante horas restringiendo sus movimientos, conseguirás lo mismo que si te retienen a ti: estrés, ansiedad, desesperación, perturbación psíquica y emocional.

Si utilizas a tu perro como perro de guardia y lo abandonas en una nave o finca, o lo dejas pasar los días en un balcón, conseguirás lo mismo que si te incomunican y te aislan a ti: depresión,  ansiedad, fobias. Finalmente, se convertirá en un perro desequilibrado e infeliz.

Si quieres educar a tu perro y que te obedezca la mejor opción es la educación en positivo, reforzando el buen comportamiento que se quiera conseguir. Está comprobado que es el camino más rápido y exitoso para conseguir una conducta adecuada en cualquier etapa de desarrollo del perro, así como para alcanzar los objetivos educativos que te propongas. Puedes encontrar mucha información en internet sobre cómo hacerlo. Sirva este enlace como breve introducción sobre el tema:

https://www.tiendanimal.es/articulos/que-es-el-refuerzo-positivo-y-negativo/


Pero lo mejor sería que no solo quisieras que tu perro te obedezca, sino que tu deseo fuera que tu perro te ame. Si ese es tu propósito, educando en positivo conseguirás, además de una buena conducta, una relación llena de complicidad con tu amigo peludo (o sin pelo en según qué razas) y establecer un vínculo fuerte y duradero entre tu perro y tú. Si quieres que tu perro te ame, ámalo tú también, y trátalo como te gusta que te traten a ti, incluso cuando te equivocas.

Si tu caso es complicado y te sobrepasa el comportamiento de tu perro, siempre puedes recurrir a un etólogo o adiestrador profesional. Si no puedes permitírtelo, intenta exponer tu situación y pedir ayuda. Otra opción es ceder a tu animal a una persona o centro de confianza que pueda hacerse cargo de él con amor y respeto. En cualquier caso, se trata de ser responsable con el animal que en su día acogiste, y de desear lo mejor para él.

Aunque haya diferencias cognitivas, no hay diferencias en lo que respecta al sistema sensitivo entre animales y personas. Bueno, sí que las hay, ellos son bastantes más sensibles que la media de los humanos. La sensibilidad de un perro se podría comparar más bien a la sensibilidad de un niño, todo le afecta con mayor intensidad.

Si eres de los que trata de resolver los problemas de comportamiento de tu perro a base de gritar, regañar y pegar; te animo a que cambies de estrategia y pruebes los métodos que propone la educación en positivo basados en el respeto, el amor y la paciencia.

Aunque puede, que aunque entiendas esto que te cuento, decidas no cambiar tus estrategias y sigas gritando y pegando a tu perro porque prefieres que tu perro te obedezca por miedo a que lo haga por amor. En realidad, si eres así, no deberías tener perro porque no buscas a un amigo o un compañero en tu perro, buscas a alguien en quien descargar tu frustración e infelicidad. En ese caso, una de las salidas más inteligentes por la que podrías optar sería la de buscarte un profesional que te ayude a librarte de tanta ira que llevas dentro, hacer las paces con la vida y empezar a ser feliz. Tú será el primero en salir ganando; y detrás de ti irán tu perro, tus familiares, tus vecinos y todos los seres con los que te relaciones. La sociedad entera te lo agradecerá.